Relato Nefertari
Nefertari
Por la que brilla el sol
Y tanto la hubo de querer que no dudó en divinizarla, en elevarla a la categoría osírica, consagrándole el hermoso templo menor de Abu Simbel, en Nubia, donde la reina, gracias a cuyo resplandor brillaba el sol, convertida en nueva diosa Hathor, recibiría culto divino por millones de años.
Libro de Nefertari
Cuenta la historia que Egipto dio al mundo una mujer destinada a convertirse en reina a través de su matrimonio con el faraón Ramsés II el Grande. Tan especial era que, lejos de quedar eclipsada por el poder de su esposo, brilló con luz propia y destacó por su fortaleza, capacidad y empoderamiento.
Ramsés II la adoraba y se inclinaba ante ella como el más bello y poderoso gesto de amor. Puso a su alcance sensacionales joyas, excelentes tejidos y delicados cuidados, y quiso adornarla con dignidades creadas para ella, convirtiéndola en Dama de las Dos Tierras, Señora del Alto y Bajo Egipto y Esposa de Dios. Sin embargo, todo le parecía poco para su amada y, tratando de hacer honor y justicia a su hermosura, le regaló el más hermoso de los títulos: Por la que brilla el sol.
Su excepcional belleza fue la menor de sus virtudes. Nefertari supo hacerse un lugar en la política, la religión y la sociedad de la época, interviniendo en asuntos de Estado y tomando importantes decisiones, hasta el punto de propiciar la paz entre dos imperios.
Miles de años después, la reina Nefertari ha inspirado la colección Por la que brilla el sol. En ella resuenan los ecos de aquellas palabras de amor que el faraón susurraba a su amada, de los olores a canela, dátil y miel del Antiguo Egipto, de las noches de luna llena y de los amaneceres en los que el sol nacía para homenajear a su reina.
Cada una de las joyas de esta colección está viva: brilla y enaltece a la mujer, la empodera y le da fuerza, satisfacción, confianza, alegría y seguridad en sí misma. La reconoce amada, especial, poderosa.
Esta pieza de la colección que ahora tienes en tus manos es tu regalo. Recuerda que el sol brilla cada día para ti, para cada una de nosotras. Que dentro de cada mujer habita una reina.